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Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.
Escrito por Luz Marina Carpio Hernández
Tener a la mano todas las cosas que necesitas antes, durante y después de ducharte es bastante práctico, pero hay objetos que no debes guardar en el baño. Se trata de una medida preventiva, debido a las características de la sala.
La humedad concentrada afecta la composición y la efectividad de las sustancias que utilizas para el aseo personal. Aparte, el calor tiende a dañar el material de fabricación de algunas piezas, sin contar con la oxidación a la que están propensos ciertos instrumentos de higiene.
Al margen de la comodidad que proporcionan los utensilios al alcance, el tamaño insuficiente en otras estancias de la casa es un factor que influye en la reserva de cosas dentro de un baño. Pero vale la pena saber cuáles elementos dejar afuera para prevenir daños.
La premura con la que muchas personas se desenvuelven hace que al momento del baño lancen la ropa sucia encima de la tapa del excusado o que el suelo sea la opción viable para el champú y el acondicionador, si no hay repisas en el área de regadera. Ambas acciones son un error.
De acuerdo con la Revista de Microbiología Aplicada, la buena limpieza en el baño minimiza el potencial de transmisión de patógenos y controla los olores. Pero estos cuartos suelen estar cerrados, la ventilación es poca y se usa agua caliente, de manera que es un foco de gérmenes e infecciones, así haya rigurosidad en la higiene.
La Universidad del Sur de Australia realizó una revisión global sobre el peligro bacteriano y viral en baños. La investigación detectó que hay bioaerosoles transmisibles mediante tuberías defectuosas o por dejar las tapas de los inodoros abiertas tras jalar la cadena. Alegan que las gotas contaminadas se dispersan a más de 1 metro, así que no es descabellado que toquen los objetos en el lavabo.
Otros estudios, como el divulgado por las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, indican que, en específico, las duchas sirven de conexión para la interacción humana con los microbios, pues en ellas se cultivan patógenos que podrían propagarse mientras te bañas o esparcirse hasta coincidir con las cosas que tienes en la sala.
Por su parte, la Sociedad Americana de Microbiología comenta que la microbiota asociada a humanos, como Staphylococcus, es de permanencia variable en las superficies de los sanitarios. Incluso, después de varias horas de eliminar sus agentes de dispersión.
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Partiendo de los puntos anteriores, lo aconsejable es llevar a la ducha solo lo que necesitarás para ducharte y luego retirarlo del área. Evita contar con papel higiénico extra y toallitas desmaquillantes, por ejemplo.
Pero, ¿qué otros objetos no debes guardar en tu baño? Apunta los siguientes.
Avances en Odontoestomatología refiere que los cepillos de dientes albergan virus, hongos y bacterias, así que lo apropiado es protegerlos de los microorganismos. Para ello, enjuaga y que seque al aire fuera del baño y sin funda.
Como se trata de una invitación y no una obligación, puedes dejarlo en el baño, siempre que mantengas cerrada la tapa del inodoro antes de tirar la cadena.
Las toallas son utilitarias y decorativas dentro de un baño, pero de nada vale enrollar estos paños para que la habitación luzca bonita, si acabarán salpicados de agua. Y, probablemente, con gérmenes.
Que sea una regla cambiar cada semana la toalla que guindas para secarte, pero no acostumbres a amontonar paños adicionales como adorno. Si dispones de un extractor, encenderlo acelera el secado de la toalla mojada.
El asunto con los textiles abarca las alfombras. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sugieren no poner este tipo de tapetes porque retienen mucha humedad.
Una recomendación de la Escuela Online de Perfumería es mantener los perfumes fuera del baño para que el calor ni la luz transformen la fragancia. Si se trata de una ducha a vapor, la estructura molecular de la esencia se convertiría en agria y tendrías un perfume descompuesto antes de tiempo.
Si el maquillaje está en un baño cálido y húmedo, se potencian las condiciones que fomentan su modificación por hongos y bacterias. Tal como explica R-Biopharm, los cosméticos representan un canal idóneo para la contaminación microbiológica, pues contienen los siguientes ingredientes:
De igual modo, las brochas que usas para el make up pueden estropearse y «recoger» gotas de agua contaminada con restos de materia fecal. ¿Cómo resolverlo? Almacenándolos en un envase hermético lejos del baño o en un tocador apropiado dentro del dormitorio.
Usa un joyero bastante lejos del baño para guardar tus alhajas, así no se mojan y conservan el color. Parece repetitivo, pero la humedad es el factor contraproducente para todos los artículos que estén en el lavabo.
Una afeitadora sin protección en las hojillas podría provocar un accidente. Se suma el hecho de que el vapor es inclemente y oxida las cuchillas.
Procura sacar las rasuradoras una vez que culmines su utilización. Y si quedan en esta sala, entonces que sea solo la que está en uso, para que la humedad no estropee aquellas que ni siquiera destapas.
En los baños se acostumbra a tener gabinetes para guardar medicinas. No obstante, Medline Plus acota que el calor restaría potencia o echaría a perder los medicamentos antes de la fecha de caducidad.
Es mejor dejar los fármacos en lugares secos y frescos, principalmente las cápsulas y comprimidos. Al descomponerse las coberturas de las píldoras, producirían irritación estomacal.
Una corneta para escuchar música mientras te duchas, el secador y la plancha para el cabello, son aparatos que no debes guardar en el baño. Al estar cerca del agua, existe el riesgo de descargas eléctricas.
Por otra parte, las temperaturas en un baño reducen en gran medida la vida útil de los electrónicos. Los altavoces a prueba de agua son aceptables; en el caso de los dispositivos para arreglar el cabello, es mejor que queden afuera.
Los libros y las revistas en el baño constituyen otra mala idea. Puedes llevarlos en un momento específico, pero nunca los dejes allí, ya que absorben la humedad hasta que se arrugan las páginas, se manchan e impregnarse de moho.
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Guardar objetos en el baño corresponde a prácticas aprendidas y repetitivas en el entorno familiar; muchas de ellas, construidas con base en la rapidez que supone el día a día. De modo inconsciente, conllevan almacenar cosas en estas salas.
Una solución es implementar reglas en el hogar. Es importante restringir el contacto de tales objetos con la humedad y las altas temperaturas para favorecer su preservación y reducir el impacto negativo que las alteraciones provocarían en la salud.
Lavar los tapetes o las alfombras del baño garantiza la pulcritud de este espacio. Lo adecuado es hacerlo, como mínimo, una vez a la semana.
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Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.
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