A pesar de que México es una de las naciones que menos papel de baño usa, sólo cuatro kilos al año por persona y en promedio, dicho producto ya es considerado como una tecnología obsoleta y los sanitarios del futuro buscarán ser amigables con el medio ambiente, no sólo en la cantidad de agua que usen, sino en los desperdicios que generen.
En la actualidad, una de las alternativas para no usar papel higiénico es colocar un bidet, es decir, un dispositivo que arroja un chorro de agua y así las personas mantenga una higiene adecuada, sin la necesidad de usar rollos y así contribuir a la salud del planeta: se estima que una tonelada de papel requiere de talar 17 árboles.
Tal parece que el bidet formará parte de los baños del futuro, debido a que dejará obsoleto al papel de baño... pero una de las innovaciones que se busca es que gaste una menor cantidad de agua. Los inodoros futuristas podrán calentar el asiento, tendrán bluetooth y hasta podrán monitorear la salud de los usuarios, de acuerdo con ArchDaily.
La compañía Kohler presentó un inodoro, conocido como Numi 2.0, el cual cuenta con control remoto, un sistema de limpieza personalizada, iluminación y la capacidad para escuchar música; tal artilugio fue presentado durante la CES 2021 y se estima que tendrá un costo de mil dólares (cerca de 19 mil pesos al tipo de cambio actual).
En 2019 fue presentado sonny, o el bidet portátil, un dispositivo en forma de bastón que arroja un potente chorro de agua para que las personas se limpien tras visitar el inodoro; de acuerdo con sus creadores, se trata del 'ipod de los bidets'. Los creadores explicaron que el dispositivo se carga con energía eléctrica, similar a lo que ocurre con los cepillos.
Sonny cuenta con dos modalidades: chorro normal y fuerte; asimismo, los creadores resaltaron que se trata de un dispositivo 'discreto' y que se pueda cargar dentro de una maleta o mochila en los viajes. Especificaron que no se necesita instalar ninguna clase de software y todo lo necesario para usarlo estará dentro de un paquete.
El papel de baño es considerado como uno de los productos más contaminantes y que deja una mayor huella de carbono, debido a que se necesita talar miles de árboles y usar millones de litros de agua para su elaboración; a esto se suma, todo el combustible que se usa para fabricarlo y distribuirlo, de acuerdo con la Fundación Aquae.
Se estima que cada kilo de papel de baño produce al menos 3.3 kilos de gases de efecto invernadero, responsables del fenómeno que es conocido como calentamiento global, un anormal aumento de las temperaturas por causas humanas y que puede desencadenar los peores efectos del cambio climático.
De acuerdo con datos de Greenpeace, el 40 por ciento de la madera talada se usa para elaborar papel (incluyendo el papel de baño), de ahí la necesidad de que los baños del futuro ya no contengan este producto y que las personas opten por alternativas futuristas o tradicionales, como retazos de algodón y hasta plantas sembradas para tal fin.