Para las personas alérgicas, el polvo y el moho son uno de los principales problemas dentro de las casas, por lo que limpiar a fondo y habitualmente es imprescindible, no solo en las superficies principales, también en los lugares menos esperados. En cualquier caso, es posible cuidar la casa para que afecte en menor medida a este tipo de personas que sufren ataques de alergia durante todo el año.
En este sentido, Mayo Clinic (@MayoClinicEspanol) ha dado algunos consejos para conseguir que cada estancia del hogar esté libre de alérgenos. Uno de los aspectos fundamentales es la temperatura para evitar la acumulación de polvo y moho. Lo ideal será mantenerla entre 20º y 22º, y no más de un 50% de humedad. En este sentido, es recomendable limpiar y reemplazar los filtros de partículas pequeñas en la calefacción central, así como los sistemas de refrigeración y los aires acondicionados como mínimo una vez al mes.
Con el tema del moho, deberemos eliminar aquellos materiales que no puedan ser lavados, y lavar aquellos que sí con una solución de lejía de cloro al 5% y usar máscara protectora cuando limpiemos el moho. Las goteras pueden ser uno de los orígenes.
Incluir en nuestra rutina de limpieza semanal el pasar una mopa húmeda por los pisos de madera o linóleo y aspirar las alfombras, será algo que nos beneficiará, así como pasar un paño húmedo por otras superficies, como los marcos de las puertas, alféizares y marcos de ventanas. A la hora de hacerlo, podemos utilizar máscaras antipolvo.
Si nos vamos a las diferentes estancias del hogar, con respecto al suelo del salón será recomendable retirar las alfombras y, en su lugar, utilizar pisos de madera dura o de linóleo y tapetes lavables. También podemos utilizar alfombras de pelo corto, que deberemos limpiar todas las semanas con una aspiradora que cuente con filtro para partículas pequeñas o de alta eficiencia. Del mismo modo, deberemos lavar todas las alfombrillas, esterillas y alfombras de pared a pared periódicamente.
En el caso de los muebles, podríamos considerar reemplazar las sillas y los sillones tapizados por otros hechos de cuero, madera, metal o plástico. Para las ventanas, deberemos estar al tanto para limpiar el moho y la condensación de los marcos y alféizares. Y para las cortinas y persianas, usar lavables hechas de algodón liso o tela sintética, y reemplazar las persianas horizontales por otras tipo rodillo lavables, resultará útil también.
Si tenemos chimeneas, recuerda que el humo y los gases pueden empeorar las alergias respiratorias, por lo que podríamos preferir utilizar chimeneas de gas natural. Recuerdan también que el tabaco es algo que deberemos evitar en una casa donde vivan personas alérgicas.
Cubrir las almohadas, los colchones y los somier tapizados con fundas contra los ácaros del polvo y reemplazar la ropa de cama de lana o plumas por otra hecha de materiales sintéticos ayudará a las personas alérgicas, así como lavar las sábanas, las fundas de almohada y las mantas al menos una vez por semana con agua caliente a 54º como mínimo.
Si tenemos alfombras también en el dormitorio, además de las recomendaciones anteriores, deberemos lavarlas con champú periódicamente. Además, es aconsejable retirar todos los objetos que acumulen polvo.
En esta zona de la casa, donde más vapores y humedad puede acumularse, será recomendable instalar un extractor de aire con sistema de ventilación, que sea capaz de despedir las partículas al aire libre, no solo filtrarlas.
Del mismo modo, deberemos lavar los platos a diario y limpiar el fregadero y los grifos para quitar el moho o resto de alimentos que puedan quedar. No podemos olvidarnos del frigorífico, ya que limpiar el exceso de humedad evitará la aparición de moho, tanto en la bandeja de goteo como en los sellos de goma.
También debemos limpiar bien las alacenas y mesadas con detergente y agua, colocar la comida en estantes bien cerrados y la basura en recipientes con tapa a prueba de insectos.
Un extractor de aire resultará igual de esencial en esta otra zona de la casa para acabar con la humedad que se acumula mientras no duchamos. Cuando lo hagamos, también deberemos secar con una toalla la bañera y las mamparas después de usarlas, y limpiar habitualmente el moho de la bañera, ducha o grifos con blanqueador. En el caso del inodoro y el lavabo, podremos utilizar un trapo para retirarlo.
También es recomendable retirar las alfombras convencionales y sustituirlas por otras lavables.
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.