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Elementos de la arquitectura balear y un interior donde conviven piezas punteras del diseño internacional y notas étnicas. Es la deco global con carisma.
Disfrutar de la relajación y la tranquilidad que ofrece el sur de la isla de Mallorca es una de las garantías de esta vivienda unifamiliar, levantada muy cerca del mar. De nueva construcción, el respeto a la arquitectura popular balear y al ambiente de la zona ha guiado su planificación y la elección de materiales, con la intención manifiesta de aunar la tradición con los últimos avances técnicos y creativos en cuanto a diseño e instalaciones. Así, podríamos decir sin dudas que estamos ante un excelente ejemplo de modern mix living, combinando pasado y presente en busca del mayor bienestar. Edificada por la constructora Icazar, el proyecto arquitectónico ha corrido a cargo de Johannes Kiefer, quien también diseñó parte de los elementos con que se ha equipado y se encargó, junto a Elma Choung, de todos los detalles de la decoración.
A la vivienda, rodeada de una gran extensión de terreno, se accede por un portón antiguo que da a un patio con un olivo centenario como agradable bienvenida. El suelo del exterior, incluidos los porches de estilo rústico alrededor de la casa y la piscina, es de caliza mallorquina de tono rosado, el mismo que se dio a la fachada. Ya en el interior, encontramos un pavimento blanco a base de una resina muy resistente. Para los dormitorios y baños de la primera planta se ha preferido utilizar la madera. Las paredes blancas se alternan con otras de piedra vista para dar un toque de diferencia y de calidez –gracias a la tonalidad dorada del marés– en áreas concretas de la vivienda.
En cuanto a la iluminación, encargada a Delta Lights y Artelumen, destaca la discreción de multitud de focos empotrados para las luces generales y la selección de lámparas de diseño contemporáneo –y también vintage– en determinados rincones. Los textiles tienen el carácter propio de las casas de campo de estilo mediterráneo y se utilizan especialmente para provocar contrastes, como ocurre con los coloristas cojines que visten los muebles de exterior, y a su vez para dar confort y comodidad en puntos más fríos. Es el caso de los kílims y alfombras que salpican el brillante suelo de resina. La función de tamizar la generosa luminosidad que entra por los múltiples ventanales corre a cargo de persianas mallorquinas metálicas en verde agua, que también aportan seguridad. La sensación lograda, en esta casa que está a la venta, es una atmósfera fresca y tranquila que favorece un descanso pleno.
- Contrapunto suave en verde agua: Los tonos neutros y luminosos en paredes y techos, tanto en el interior como en el exterior de la casa, se animan con la elección de puertas, ventanas y persianas metálicas en un matiz verde muy suave, presente también en la ropa de cama y los muebles de la terraza superior. Se trata de un sutil guiño al Mediterráneo.
- Mobiliario moderno con detalles retro: Bajo un look austero y tradicional –ahí está la piedra de marés–, los elementos de destacados exponentes del diseño actual y algunas piezas vintage componen una imagen de plena actualidad.
Realización: Catalina Grau